El Gobierno de Javier Milei determinó que todos los internos alojados en el Servicio Penitenciario Federal estarán obligados a trabajar. Sus tareas serán de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene en los establecimientos carcelarios. La jornada laboral de los presos será de cinco horas diarias y no recibirán una remuneración por su labor.
Este cambio en las cárceles fue oficializado el miércoles pasado con la Resolución 1346/2024 del Ministerio de Seguridad. El Servicio Penitenciario Federal (SPF) será el encargado de organizar y supervisar estas actividades mediante planes y cronogramas específicos.
La normativa apunta a reducir la ociosidad en las cárceles y promover la reinserción social. Las autoridades afirman que esto se alinea con los principios establecidos por la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad (Nº 24.660) y la Constitución Nacional.
Tareas no remuneradas de los presos en las cárceles
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó que estas tareas no tendrán remuneración y buscan cumplir con el mandato constitucional de mantener las cárceles «sanas y limpias». Según la funcionaria, el trabajo de los presos también contribuye a fortalecer la convivencia dentro de los penales y al cumplimiento de la deuda que los reclusos tienen con la sociedad.
Programa Manos a la Obra
La resolución se enmarca en el Programa Manos a la Obra, lanzado en octubre pasado en el Complejo Penitenciario de Ezeiza. Este proyecto busca implementar el trabajo obligatorio para los presos en todos los penales del país. Durante la presentación, Patricia Bullrich enfatizó que forma parte de la reestructuración del Servicio Penitenciario Federal. También indicó que es un esfuerzo por devolver a la sociedad lo que se le ha arrebatado a través del delito.
El programa comenzó con una prueba piloto en el Complejo 4 de mujeres en Ezeiza. Allí las internas participaron en tareas de mantenimiento y pintura de las instalaciones. Según las autoridades, estas actividades se replicarán en otros establecimientos, complementadas con sistemas biométricos para controlar horarios y clasificaciones que permitan asignar tareas de manera eficiente.