Inspectores encubiertos de la AFIP

Luego de una denuncia anónima que advertía que no se entregaban facturas,  dos inspectores de la Administración Federal de los Ingresos Públicos, AFIP, se presentaron como clientes en la confitería de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los encubiertos clientes consumieron dos capuchinos y una medialuna rellena de jamón y queso, al entregarle el ticket correspondiente se identificaron y labraron un acta de infracción por una multa de $ 2.000.-.

Inspectores de la AFIP para corroborar una denuncia anónima de que  bar, ubicado en la calle Marcelo T. de Alvear al 1600 de esta Capital, no entregaban comprobantes por operaciones de más de $10.

Los agentes consumieron dos capuchinos y una medialuna de jamón y queso y al pagar la cuenta $35,60 solo recibieron un comprobante que no cumple con los requisitos legales, según lo informado por fuentes judiciales.

El propietario se negó a pagar y ahora la Justicia avaló el uso de inspectores encubiertos para detectar la falta de facturación.

La empresa que explota el comercio fue multada con $2.000 y la Cámara en lo Penal Económico confirmó la sanción al rechazar un planteo de nulidad de la firma.

Los camaristas Marcos Grabivker y Nicanor Repetto avalaron el accionar encubierto de las inspectoras porque, indicaron, es:

• «uno de los pocos modos de detectar con eficacia la realización de esta clase de infracciones», y la evasión a poca escala «se encontraría muy generalizada».
• Una denuncia anónima ya que «tiene entidad suficiente para habilitar al juez administrativo a autorizar a los inspectores a actuar como compradores de bienes, con el fin de constatar el cumplimiento de las normas establecidas».

Roberto Hornos, tercer juez de la Cámara, votó por la nulidad del procedimiento porque consideró que se debió realizar en base a un antecedente fiscal de evasión y no en una denuncia anónima.

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