El próximo domingo, 17 de junio se celebra en la República Argentina el Día del Padre y los comercios minoristas esperan repuntar las ventas que hace tres meses se mantienen en caída. Los comerciantes consideran que la gente gastará menos que el año pasado y prevalecerá el pago en efectivo y no tanto las tarjetas ya que estiman que los regalos serán más modestos que en años anteriores, que si bien los electrónicos continuaran vigentes pero no serán las vedettes.
Se aproxima el Día del Padre y los comerciantes son cautelosos y descartan que se incrementen mucho las ventas, pero apuestan a tener una leve mejoría.
Vicente Lourenzo, vocero de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, CAME, dijo que: “El mes que pasó estuvo muy por debajo del 2011, especialmente en ropa y calzado. Esperamos que se revierta en junio y que tengamos un Día del Padre como el del año pasado, por lo menos en cantidad de unidades, y que el gasto promedio para comprar regalos esté en torno a los $175”.
Según los informes de CAME no propician el optimismo. Mayo marcó por tercer mes consecutivo un retroceso en el sector, con una caída de las ventas del orden del 6,6%, en sintonía con las caídas registradas en abril (3,6%) y de marzo (2%). El objetivo de máxima, entonces, es al menos preservar el nivel de ventas del Día del Padre del año pasado, en el cual consiguieron elevar las ventas un 30% con respecto a 2010.
Pablo Raviolo, gerente de Ventas de la cadena de electrodomésticos Cetrogar, con fuerte presencia en las provincias, según publica el diario Clarín, argumento que: “Aunque no por el piso, la demanda no está en los niveles de los últimos años y notamos una leve caída con respecto a 2011, pero estimamos que en la semana del Día del Padre va a repuntar y tenemos buenas expectativas. En el interior aún no se refleja lo que pasa en Capital”.
Carmelo Ferrante, director de marketing y ventas de la firma Garbarino, dijo que: “El Día del Padre, a lo largo de los años, el consumo se comporta de manera similar. Podemos decir que los afectos pueden más que cualquier coyuntura adversa momentánea”.
Desde APSA, empresa que administra varios shoppings, como Alto Palermo, Abasto y Paseo Alcorta, estiman que el valor del regalo promedio en sus centros comerciales rondará los $400 pesos, una cifra similar a la que manejaban para la Navidad pasada. Pero para sostener esta demanda y “que no decaiga el consumo” todos extreman su batería de recursos promocionales.
Para incentivar el consumo, en los shoppings de APSA regalan botellas de vino por compras superiores a determinados montos. El grupo Cencosud formado por capitales chilenos, por su parte, y junto con su cadena de shoppings acordó con diferentes bancos promociones con tarjeta con descuentos que van del 25% al 40% y financiación hasta en 6 cuotas.
Vicente Lourenzo, de CAME dice que este año habrá más cash, y nos plástico. Anticipando que las ventas con tarjeta de crédito no serán uno de los motores del consumo, tal como ocurrió en años anteriores. El directivo dice que: “Cuando hay más incertidumbre, prevalece el efectivo. En estos cinco meses veo un consumidor mucho más cauto, reflexivo. El año pasado fue al revés: había expectativas, se vendía en cuotas, había un ánimo diferente y la gente se animaba a comprar con tarjeta. Sin embargo, hoy calculamos que sólo la mitad de las ventas se concretarán por ese medio de pago”.
Frente a los grandes cambios en el contexto económico, en la CAME vaticinan que este año la gente se volcará al regalo tradicional. Lourenzo señaló que: “El año pasado se caracterizó por un regalo importante. El temor y la incertidumbre implican una retracción en la inversión. Esto significa pasar del regalo más costoso (como el tecnológico, uno de los preferidos en 2011) a bufandas, medias o camisas, es decir, algo de más fácil acceso”.
Algo que se vienen usando es como regalo se agasaja a los padres con almuerzos donde comparte todo en familia.
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