Luego de los rumores y gran polémica que indicaban que los nuevos billetes de $100.- con la imagen de Eva Duarte de Perón, que presentó la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, no podrían ser utilizados para los cajeros automáticos, la Casa de la Moneda salió al cruce y emitió un comunicado de prensa denunciando que: «se han utilizado mentiras, falseando y deformando datos técnicos, con el único fin de continuar agraviando a la figura de Eva Perón».
Desde que se diera a conocer la noticia de los nuevos billetes de $100.- con la imagen de Evita, hubo diversas publicaciones donde hablaban de una «falla» que haría que las terminales no reconocieran a estos papeles, la entidad monetaria desmintió el problema.
La Casa de Moneda emitió un comunicado respondiendo a las publicaciones que indicaron que ese papel no era apto para los cajeros automáticos:
“se han utilizado mentiras, falseando y deformando datos técnicos, con el único fin de continuar agraviando a la figura de Eva Perón».
Diversas notas periodísticas informaron sobre
«una pequeña falla que impide que (los billetes) sean leídos por las terminales automáticas de los bancos».
Todas ellas sin detallar cual sería esta supuesto falla.
De acuerdo a lo publicado en Télam, otro párrafo de la nota dice que:
«tendrían, en principio, un problema de tamaño»., sin identificar este supuesto inconveniente como el causante del problema para que los billetes sean expedidos por los cajeros automáticos que utilizan las entidades bancarias.
La entidad monetaria informa que:
«los nuevos billetes de cien pesos tienen exactamente las mismas dimensiones de la actual familia de curso legal (65 mm por 155 mm)»
«esto se debe a que los dispositivos programados de fabricación corte y terminación de billetes utilizaron exactamente la misma parametrización, tanto para los que los que llevan el retrato de Eva como para los corrientes».
«la composición del papel es exactamente igual a los pesos argentinos, habiendo sido utilizada la misma solución de fibras de algodón que la provista para la denominación $100 con la figura de Roca».
El billete de $100.- con la imagen de Evita que presento el pasado día miércoles la Presidenta de la Nación, la única distinción de papel respecto de los otros utilizados no está en el sustrato utilizado, sino en el hilo de seguridad que está inserto en el mismo.
Aclarando que, el hilo habitual de la serie de Pesos argentinos tiene ya más de 20 años y es de 1,4mm; contra el de última generación -con propiedades bi fluorescentes- de 5 mm de ancho implementado en el nuevo billete de cien pesos.
El organismo encargado de imprimir los billetes de curso legal explica que: «los cajeros electrónicos en general administran y controlan el efectivo con un módulo lógico y un sistema físico. El primero es aquel que controla el numerario en función del valor de carga informado al sistema, de modo de poder totalizar valor, mientras que el físico administra cantidades, y como tal solo verifica las sumas de billetes que expende el cajero».
Luego de que clasifica, los diferentes billetes, según lo definido por el administrador del cajero, son colocados en unos casetes con una identificación particular de acuerdo a la denominación y estos se colocan en el módulo dispensador del cajero.
De esta manera, cuando el usuario realiza la solicitud, el software determina qué cantidad de billetes de cada denominación debe extraer para cumplir con el requerimiento y, en función de cómo están configurados los casetes, extrae cada papel.
Como por ejemplo, un usuario solicita al cajero $ 220, el sistema realiza la verificación de si hay un casete de $100.-, de ser así, toma 2 billetes, luego buscara de $ 0 o en su defecto de $10 y completará la operación o informará cuánto puede dispensar.
En el supuesto caso de que, casete hubiera sido cargado con billetes equivocados, el cliente final recibirá más o menos dinero dependiendo del error cometido por quien fue el encargado de cargar el casete.
Lo que quiere decir, que cualquier billete que posea dimensiones y especificaciones técnicas en cuanto al espesor y tipo de papel similar a los actuales podrá circular sin ningún inconveniente en la red de cajeros automáticos.
Los sistemas de almacenamiento, extracción y transporte de billetes poseen diferentes sensores y esquemas de control cruzado sobre las «cantidades», pero no controlan denominaciones.
Según indica Télam que cita palabras de la Casa de la Moneda, las diferencias respecto del billete de $ 100 actual sí deberán actualizarse a nivel de software para su posterior proceso automático.
Agregando que:
- El software para adecuar los cajeros automáticos, para la lectura de las tintas de seguridad de última generación incluidos en «Eva» es distribuido en forma gratuita y se configura de manera remota.
- «Por lo tanto, dado que los billetes poseen la misma composición química y física de papel, como así también las mismas dimensiones, sólo se requerirá la adecuación de cajeros por medio de software y de manera remota desde las centrales de control de cajero de cada una de las empresas proveedoras».
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