Según manifestaron los empresarios que estuvieron presentes en la audiencia, que tuvo lugar en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, con Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta, Ministro y sindicalistas, el Gobierno va a estudiar para modificar el Impuesto a las Ganancias, crear nuevos impuestos o aumentar alguno de los ya existentes. Además, dijeron que otra de las opciones para conseguir recursos es la de gravar la renta financiera pero que de todas maneras sólo aportaría $1.500 millones a la Administración Federal delos Ingresos Públicos, AFIP.
Al inicio de la reunión del diálogo social al que convocó para discutir el rumbo económico del país con empresarios, industriales, banqueros y gremialistas oficialistas, la Presidenta les preguntó directamente a quienes mencionan que para cambiar la balanza a favor del Gobierno en las elecciones de octubre, hay que modificar el Mínimo no Imponible de ganancias, que presenten propuestas para hacerlo.
Luego de escucharlas, se comprometió a «analizar» variantes, pero advirtió que: «Cualquier reforma que hagamos de algún lugar tendrá que salir esos fondos». Esa fue la forma, que la mandataria condicionó la actualización de la cuarta categoría del tributo como las demás escalas a un mecanismo para compensar la merma en los ingresos fiscales de $15.000 millones al año, que provocaría subir el piso de Ganancias.
Cristina Kirchner desde la cabecera de la mesa que fue armada en el 1º piso del hotel Patagonia de Rio Gallegos, rodeada de los dirigentes de distintos sectores de la economía que viajaron por la mañana desde la ciudad de Buenos Aires, les pregunto:
- «A ver, ¿ustedes quieren hablar de inflación? Hablemos de inflación».
- «Yo no digo que tenemos una inflación de 2%, pero no me digan que es de 25% porque la economía no resistiría».
Mirando a los gremialistas les dijo que no empezaran a pedir 25% para las paritarias de 2014. Y a los hombres de negocios les reclamó, como «formadores de precios» y ganadores del modelo, que moderen pretensiones.
Entre los temas tratados además, de la modificación del Impuesto a las Ganancias, se trataron la productividad y las trabas aduaneras. Pidiéndoles a los empresarios que inviertan más en formación de recursos humanos, desarrollo e innovación.
Cuando escucho los planteos sobre los inconvenientes que trae la importación a la producción nacional, la Jefa de Estado, ordenó a Débora Giorgi, ministra de Industria, y a Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, que se ocuparan del asunto. «No pueden darse estas demoras», apuntó, aunque al mismo tiempo dejó en claro que no se eliminará la política de restricción a las importaciones.
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