La intención del Gobierno es poner un piso para los acuerdos salariales de este año de entre 18 y 20%, utilizando como argumento el acuerdo de precios y el nuevo índice del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, INDEC, mientras que los gremios reclaman un piso del 30%. Los bancarios ya picaron en punta y lograron una suma puente para el primer trimestre, más un ajuste por lo alcanzado en el 2013, mientras negocian las paritarias. Otros quieren aumentos salariales trimestrales.
Todo hace suponer que las paritarias de este año estarán lejos de lo que el Gobierno pretende, ya que:
- Plantean acuerdos de larga duración mientras que los gremialistas presionan para que sean menores al año.
- Presentan un nuevo índice inflacionario para que se utilice como referencia al momento de negociar salarios, algo que los economistas y gremios ponen en duda su credibilidad.
- Se presentó un nuevo acuerdo de precios para crear la sensación de estabilidad en el mercado, pero apenas inaugurado ya existen denuncias de escasez, acusaciones de precios inflados y vaticinios pesimistas sobre sus probabilidades de éxito.
- Los sindicalistas plantean una revisión trimestral de la canasta de alimentos y ajustar los salarios en base a estos aumentos.
Los gremios reclaman un piso salarial no menor al 30% y colocar cláusulas de reabrir negociaciones en caso de dispararse la inflación.
Posición contradictoria a la propuesta de Axel Kicillof, Ministro de Economía, son las que ponen en la mesa de las negociaciones gremios opositores al Gobierno y también los allegados al oficialismo.
Mario Calegaris, vocero de la Unión de Tranviarios Automotor, UTA, advirtió que: «Los acuerdos de precios van por un lado y las paritarias por otro. Los empresarios alimenticios pueden hacer un convenio por 120 días porque hicieron un colchón, nosotros no porque somos asalariados y queremos recuperar lo que perdimos».
Son varios los sindicatos que pretenden sellar en marzo un porcentaje de aumento y sentarse luego a dialogar para agregar un bono o gratificación, tal como sucedió el año pasado con algunos gremios, como los camioneros, construcción y alimentación.
Mientras tanto, el Gobierno contempla estrenar en las próximas semanas el nuevo Índice de Precios Nacional, IPC, avalado por el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Los economistas advirtieron que el mismo, tendrá la «cualidad» de no reflejar el salto inflacionario de los últimos meses. Ya que, por ejemplo, la suba del 66% en los boletos de colectivos, 10% del combustible, 40 a 80% en los impuestos municipales, entre otros, serán cargados en el anterior índice IPC.
La Asociación Bancaria, AB, hace unos días acordó el pago de una suma fija de $2.200 para el primer trimestre, a cuenta de la paritaria de marzo.
Pero según versiones del gremio, las autoridades no quieren avalar una discusión trimestral, porque podría habilitar a más gremios a negociar paritarias abiertas y por ese motivo es que desde el Ministerio de Trabajo no quieren homologar el convenio suscripto por los representantes de los trabajadores y las entidades financieras.
Los aceiteros también tienen una negociación estancada debido a que si se autoriza tendría una fuerte presión que influye en otras actividades. La Federación que nuclea a más de 20.000 trabajadores rechazó la oferta de una suma puente de $1.200.- y ratificó una mejora del 30% para el primer trimestre del 2014.
Daniel Yofra, el titular de la federación de aceiteros, dijo que: «Si no hay acuerdo, termina en conflicto».
Mientras que las provincias le reclaman fondos al Gobierno Nacional para hacer frente a los trabajadores estatales y docentes, luego de lo que se comprometieron a pagar a la policía.
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