La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires, ARBA, está trabajando para implementar un nuevo paquete de leyes con medidas destinadas a combatir la evasión, entre las que se encuentra otorgar mayores potestades y facultades a los inspectores para controlar la no emisión de facturas y tendrán la posibilidad de clausuras automáticas. La idea es la de que cuando un fiscalizador descubra que se vendió sin emitir factura directamente clausure el local, sin necesidad de contar como testigos al cliente.
El proyecto que elaboran los funcionarios de ARBA es entre otras cosas la de otorgarle más potestades a los inspectores para una clausura automática de comercios que en los registros oficiales figuren como baldíos y otra para que las imprentas obligatoriamente constaten, antes de imprimirles las facturas, si el cliente está inscripto como contribuyente de Ingresos Brutos.
Esta iniciativa apunta a otorgar mayores potestades a los inspectores para que controlen la no emisión de facturas o tickets en el seguimiento de la evasión. Los fiscalizadores no será necesario de contar con el cliente que no recibió el comprobante de venta como testigo para poder avanzar con la clausura del local comercial.
Otro de los proyectos propone que las imprentas que fabrican facturas y otros comprobantes soliciten a las personas su inscripción como contribuyente de Ingresos Brutos y actúen como responsables solidarios.
Además, se trabaja en ver como se puede evitar la evasión en el impuesto a los Sellos que se paga por los contratos de alquiler estableciendo un monto mínimo a pagar en función a la valuación fiscal del local.
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