El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación Argentina, Germán Garavano, se encuentra trabajando en una iniciativa del Gobierno que consiste en eliminar la Feria Judicial, período de 45 días en el cual los tribunales cierran sus ventanillas habituales atendiendo únicamente temas de suma urgencia. La misma genera quejas y rechazos entre jueces y muchos abogados.
Actualmente, la feria judicial incluye los 31 días del mes de enero y otros 15 días en invierno. Muchos políticos consideran que se trata de vacaciones de privilegio. Sumado a los constantes paros, se enlentece mucho los tiempos de la justicia.
La idea de suprimir la feria judicial comenzó a tratarse en el marco de la plataforma Justicia 2020, y uno de los promotores es el ministro del área, Germán Garavano.
El funcionario, que fue fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, considera que tendría que ser reemplazado con un régimen de vacaciones que permita que se siga atendiendo al público sin interrupciones, y se pondrá el tema en la agenda del Gobierno para 2018.
Germán señaló: «Hay que debatir cómo darle agilidad a la Justicia y que la rueda judicial no se deje de mover 45 días al año, con un grave perjuicio para los ciudadanos. Se plantea discutir cómo podemos hacer para que fiscalías y juzgados no permanezcan cerrados al público tantos días».
Además, el ministro informó que el gobierno cree que hay que ampliar los horarios de atención al público con dos turnos de trabajo, dado que a mucha gente se le complica asistir en el horario actual teniendo que faltar a sus trabajos.
La organización Fores elaboró un informe al respecto, en el cual se cuantificó que la feria judicial implica una interrupción del 18,36% anual de la labor del sector, señalando que el sistema judicial argentino funciona sólo 190 días del año. Si a eso se le suma que solo se trabaja 6 horas diarias, resultan 132 jornadas.
Cabe señalar que durante su gestión en la Ciudad, Germán Garavano suprimió la feria judicial para los integrantes del Ministerio Público Fiscal en dos etapas, primero con el receso invernal y luego en el verano. Los fiscales y colaboradores podían tener sus vacaciones entre diciembre y abril, con un cronograma coordinado para que permanezcan dos tercios de la fiscalía cuando estaba de turno, y al menos un tercio el resto de días.
En contrapartida, María Lilia Gómez Alonso de Díaz Cordero, presidenta de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (Amfjn), consideró que el principal inconveniente de la eliminación de la feria no reside en los jueces, sino en los abogados, sobre todo los que no pertenecen a grandes bufetes. Además señaló que para los magistrados el trabajo es de tiempo completo, que no es verdad que se trabajen solo seis horas.
Por su parte, Jorge Rizzo, titular del Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, consideró que es complicado eliminar la feria, dado que se trata de un derecho adquirido, y para los abogados que caminan los tribunales, «es difícil trabajar bajo el rayo del sol en enero». Sin embargo admitió que un descanso de 45 días es un privilegio y coincidió en que hay que ampliar el horario de atención, quizás en dos turnos.
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