Desde el mes de febrero que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, realizó el anunció de que debido a la falta de monedas, iba a implementar el Sistema Único de Boleto Electrónico, SUBE, pero ya termina el año y lo que debería estar funcionando a pleno fue frenado por varios intereses. El 22 de de junio fue puesto en marcha y solamente funciona en seis de las 370 líneas de colectivos, en el ferrocarril Urquiza, subtes y Pre metro.
Desde el Gobierno Nacional se culpa a las cámaras de auto transportistas de pasajeros y a los concesionarios ferroviarios de la demora. Según comentó un allegado a Juan Pablo Schiavi, sucesor de Ricardo Jaime, en la Secretaría de Transporte, que: «Los empresarios del sector querían el control directo de la recaudación diaria de los pasajes y entorpecieron la implementación».
En todo este tiempo se fueron distribuidas tarjetas magnéticas a los pasajeros, pero no fueron instaladas en ómnibus y trenes las correspondientes máquinas. Desde Nación Servicios ya prometieron avances para los meses de enero y febrero. Varias empresas Pymes argentinas participaran de la licitación para el mes de marzo de 2010, las cuales fabricaran unos 7.500 de los 17.500 equipos que necesita el SUBE para poder funcionar a pleno.
El día 17 de diciembre último, el gobierno acepto finalmente el acuerdo propuestos por los propietarios de las empresas de colectivos y tresnes, luego de varios reclamos. Finalmente recaudación y los recursos del SUBE se «coadministrarán». Para que la instalación y la puesta en marcha del sistema avance, la gestión será compartida y la canalizará el Banco Nación, desde la división Nación Servicios.
Cuando el servicio se encuentre funcionando a pleno, se moverá un promedio de unos 900 millones de pesos al mes, las dos partes suscribieron un convenio aclarando que los dueños de los colectivos «coadministrarán, monitorearán y tendrán el control online».
Claudio Kramer, director de Cámara de Industrias Electrónicas, CADIEEL, entidad que agrupa a las firmas nacionales que se dedican a la fabricación de los lectores y monederos para el transporte público de pasajeros, dijo que la pelea por la recaudación generó más demoras de las esperadas. Contando que: «Ahora, en estos meses, probablemente haya avances. El sistema está bien encaminado, pero quedan fases por resolver. La licitación que Transporte tiene que abrir para que participen empresas pyme es un ejemplo».
Crítica de la Argentina
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