Día a Día los diarios y los noticieros nos muestran que las calles, rutas y autopistas están cada vez mas peligrosas.
Para conducir no hace falta arriesgar a los demás. Es imprescindible que cambiemos la actitud. Cumplir las leyes es el primer paso.
Respectar las normas de tránsito puede salvar muchas vidas:
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No exceda nunca los ,límites de velocidad. Es importante saber cual es la máxima permitida en cada lugar: calles 40 km/h, avenidas 60 km/h, rutas 110km/h, autopistas 130 km/h
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Si tomo alcohol no maneje. El alcohol es uno de los principales culpables en los accidentes de tránsito, afecta la capacidad de atención, la visión y los reflejos.
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Si suena el celular, estacione o no atienda. Quien habla por teléfono mientras maneja tiene cuatro veces más posibilidades de chocar. La atención se desvía del camino, los peatones y los demás autos. Enviar mensajes de texto es incluso más peligroso que hablar por celular.
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Use siempre el cinturón de seguridad. Es importante acostumbrarse y acostumbrar a los pasajeros a hacer «click» con el cinturón de seguridad. Esa pequeña costumbre salva muchísimas vidas.
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No pase semáforos en rojo. Mantenga distancia de auto de adelante. Respecte la senda peatonal.
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No se adelante por la banquina. Y si conduce una moto, utilice siempre el casco.
Que haya menos accidente depende de nosotros. Se trata de cambiar la conducta. Todas las mañanas, al subir al auto propóngase hacerlo. Entre todos podemos lograr un tránsito más seguro.
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