El regreso del Programa Hogar ha generado controversia entre sus beneficiarios. En noviembre de 2024, Anses comenzó a realizar pagos retroactivos correspondientes al período de diciembre a abril pasados. Sin embargo, los montos abonados no cumplieron con las expectativas, ya que están muy lejos de cubrir el 70% del precio real de las garrafas en el mercado.
Pagos retroactivos del Programa Hogar y falta de actualización
Tras varios meses de suspensión después del cambio de gobierno, la Anses reactivó el programa este mes. Aunque la Secretaría de Energía había aclarado que el beneficio no sería eliminado, los pagos habían quedado paralizados desde abril. El monto abonado este mes contempla los valores fijados en la Resolución 11/2024, que no se han ajustado pese a la inflación acumulada y el aumento sostenido en el precio de las garrafas.
La decisión del Gobierno de liberar los precios de la garrafa social también ha contribuido al malestar. Hoy, el costo de este insumo básico varía significativamente según el comerciante y la región, lo que deja a muchos hogares sin la posibilidad de cubrir la diferencia con el subsidio recibido.
Inscripción abierta
Aunque la página de Mi Anses permite a las familias interesadas inscribirse al Programa Hogar, no hay certezas sobre los próximos pagos. Hasta el momento, el organismo no ha comunicado cuándo se abonarán los subsidios correspondientes a los meses posteriores a abril de 2024.
Este vacío de información preocupa especialmente a quienes dependen de esta ayuda para acceder a garrafas de gas, un recurso indispensable en zonas donde el servicio de gas natural no llega.
Desafíos del Programa Hogar
El Programa Hogar, que busca garantizar el acceso al gas envasado a familias de bajos ingresos, enfrenta críticas por la falta de actualización en los montos otorgados. La inflación y la disparidad en los precios del gas en diferentes provincias agravan la situación de los beneficiarios.
Mientras tanto, organizaciones sociales y usuarios exigen que se revise la política de subsidios y se ajusten los valores para que sean representativos del costo real de las garrafas en el mercado actual.
Este panorama resalta la necesidad de una intervención estatal que contemple las condiciones socioeconómicas de los sectores más vulnerables. Es fundamental asegurar que el beneficio cumpla su propósito de brindar acceso justo y equitativo a un recurso básico.
