Según informaron fuentes del Gobierno Nacional el techo salarial para el año 2010 es del 19%, cuando la inflación es de dos dígitos. Carlos Tomada, titular del Ministerio de Trabajo afirmó que los sueldos «no serán la variable de ajuste». Los acuerdos por seis meses son otra vez una alternativa. El oficialismo intenta no incrementar más las expectativas inflacionarias, mientras que los gremio reclaman entre un 25 y un 30% el Gobierno no quiere que superen el 19%.
Semanas antes de que comiencen las paritarias salariales, el Gobierno comienza a combatir al inflación ya que pretende que los incrementos salariales del año 2010 estén entre un margen del 17 y el 19%, tratando de bajar las expectativas inflacionarias.
La intención desde el Gobierno Nacional es fijar una pauta salarial coordinando entre los empresarios que están dispuestos a otorgar un aumento de un 15% y los sindicalistas que pretenden entre un 25 y un 30%. Esta pauta salarial no actuaría ni como techo ni como piso, sino que se pretende sea referente en la economía. Y evitar que suceda lo mismo que en la década del 70 que el referente fue el acuerdo salarial de la unión Obrera Metalúrgica, UOM, o hace un par de años lo fue el Sindicato de los Camioneros.
Carlos Tomada, el Ministro de Trabajo, aseguró que:
- «Este Gobierno va a defender el salario y no va a ser la variable de ajuste en un proceso de reacomodamiento de precios»
- que «el empleo y los salarios forman parte de los tres pilares de la política macroeconómica, junto a la política fiscal y a la cambiaria».
- «Nadie seriamente puede decir que los salarios son causa de inflación».
- Resaltando que para evitar los aumentos es posible «pedirles a los empresarios que no aumenten los precios».
Desde la Casa Rosada saben perfectamente que para poder combatir los precios es indispensable acercarse a los empresarios. Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco Central, desde que asumió hizo hincapié en la necesidad de habilitar líneas crediticias para que las compañías concreten inversiones y puedan aumentar la producción.
Mientras tanto, los gremios pretenden buscar acuerdos cortos, no mayor a los seis meses, por el temor a que los precios se disparen e incrementen el costo de vida. Por otro lado desde el oficialismo si bien reconocen que la situación es distinta a los comienzos del año 2009, donde se debieron hacer esos acuerdos por la crisis financiera, los aceptarían.
El ministro de la cartera laboral, informó que a pesar de la crisis económica de 2009 «la conflictividad laboral no varió demasiado de la de 2008» y que se concentró en el sector público antes que en el privado.
Un informe brindado por la cartera de Trabajo refleja que en 2008 hubo 840 conflictos laborales contra 874 de 2009, aunque la cantidad de trabajadores que participaron de huelgas bajó en el mismo período de 1,9 a 1,6 millones. Señalando además, el informe que las jornadas no trabajadas crecieron de 8,6 millones en 2008 a 9,3 millones el año pasado, fenómeno que se explica por la aparición de conflictos con menos gente pero más prolongados.
Crítica de la Argentina
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